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Mis vidas pasadas con Mohanji

  • Foto del escritor: Mina O.
    Mina O.
  • 12 jul
  • 13 Min. de lectura
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Traducido por: Maja Otovic


Hace unos años, Mohanji me preguntó: “¿Ya estás recordando tus vidas pasadas?” Le respondí que no, y que tampoco deseaba hacerlo. Sabía que esos recuerdos pueden remover emociones innecesarias y dramas que podrían distraer a una persona de su vida actual. Y la vida presente es la más importante. Aunque las vidas pasadas son reales, solo son relevantes si tienen valor para este momento. De lo contrario, son irrelevantes. Como dice Mohanji: “No deberíamos ser una resaca del pasado.” 😀


Poco después de aquella conversación con Mohanji, sin pedirlo, sin desearlo, empecé a recordar. Los recuerdos llegaron suavemente al principio, y luego con más viveza, como piezas de un rompecabezas que encajan en su lugar. "¿Por qué sucedió?", me pregunté también. Porque esas memorias tenían un significado y una relevancia para mi vida actual. Me moldearon y me aportaron mucha madurez. Me ayudaron a convertirme en quien soy hoy. Si hubieran sido perjudiciales o una distracción, sé que Mohanji habría impedido que llegaran a mí. Pero trajeron sanación, no daño.


A continuación, presento algunos de los recuerdos que vinieron a mí, junto con las lecciones que los acompañan.


Nota: No intento probar nada aquí; de todos modos, las vidas pasadas no se pueden probar. Solo puedes aceptar o rechazar mi experiencia. Decidí escribir esto únicamente porque contiene muchos mensajes importantes y aporta gran claridad sobre el nacimiento y el propósito actual de Mohanji.


Entre vidas: El anhelo de abrazarlo


Uno de mis primeros recuerdos de vidas pasadas me llegó en un sueño.


Vi a Mohanji en un aeropuerto, rodeado de algunas personas. Él las saludaba con cálidos abrazos. Yo estaba cerca, sintiéndome parte del grupo. Pensé que era mi turno de abrazarlo. Me acerqué a él con los brazos abiertos, pero para mi asombro, mis brazos lo atravesaron. Fue entonces cuando me di cuenta: no tenía un cuerpo físico. Era solo un ser de energía.


Una profunda tristeza me invadió. Lloré desesperadamente, anhelando la experiencia humana de abrazarlo. Así de simple, ese anhelo me desgarró el corazón. Y sí, lloré como un ser de energía justo al lado de humanos físicos. Eso también es posible. Esto me enseñó mucho: las entidades existen así, sin cuerpo, pero con los mismos deseos y emociones que los humanos comunes.


Más tarde, comprendí: este era un recuerdo del momento justo antes de mi nacimiento actual. La forma de Mohanji era la de esta vida, y él era más joven. La diferencia de edad entre Mohanji y yo es de 33 años. La edad de Jesús. Ese anhelo de abrazarlo fue uno de los deseos fundamentales que me impulsó a esta encarnación.


Cuando compartí esta visión con Mohanji, hace muchos años, él dijo que quizás una de las razones principales de este nacimiento era cumplir ese deseo. Al nacer en esta vida, ese sentimiento de que necesitaba encontrar a alguien permaneció conmigo, y lo sentí desde muy temprana edad.


Recuerdo claramente que, de niño, a menudo sentía que buscaba a alguien, alguien exactamente de la edad de Mohanji. No sabía quién era, pero recuerdo que siempre fue un sentimiento fuerte de que en algún lugar, alguien muy importante para mí existía, y necesitaba encontrarlo.


Recuerdo que cuando tenía alrededor de siete años, estaba sentado afuera con mis padres y vecinos, y tuve esta extraña y persistente sensación de que necesitaba encontrar a ese "alguien". Solo cuando conocí a Mohanji, ese sentimiento se aquietó. Nunca más volví a sentir ese vacío interno.


Nunca supe que estaba buscando un gurú como tal, nunca supe que sería un gurú. Pero siempre sentí que era alguien muy importante quien me haría feliz. Ya había tenido una buena infancia, pero aun así sentía esta necesidad. Después de conocer a Mohanji, él solo siguió haciendo todo para hacerme feliz, cumpliendo todos mis deseos, brindándome estabilidad y plenitud. Me dio cosas que nunca pensé que tendría, incluyendo la experiencia de la conciencia cósmica.


El recuerdo de Europa del Este: Cuando Mohanji se convirtió en el Padre de los olvidados y horneaba pan para las personas sin hogar.


Tuve una visión larga y vívida, casi como una película.


Me vi a mí misma como una mujer joven corriendo por un edificio abandonado, aterrorizada, intentando escapar de un grupo de oficiales militares. Finalmente me atraparon. Lo que siguió fue fue horrible: varios hombres me agredieron. El miedo era indescriptible.


Mohanji me encontró después de esto, completamente destrozada. Era un hombre anciano, de unos 80 años. Me llevó a una casa grande donde vivían muchas otras personas. Era un remanso de paz celestial y seguro. Hombres, mujeres y niños, todos fuimos rescatados por él, al igual que yo. En esta casa, él estaba horneando pan para todos. Creó vida y calidez para aquellos que habían sido abandonados. Vivió con ellos como un hombre común y nos dejó todo a nosotros cuando murió, como si no hubiera poseído nada en absoluto. En esa vida, él también viajó mucho a pie.


En esta vida, he experimentado la misma compasión de Mohanji, y muchas similitudes con aquella vida:


  1. Su legado para su familia global: En esta vida, también contrató a un abogado para degar legalmente todas sus pertenencias a las personas estrechamente conectadas con él, que lo apoyaron durante años. Este fue un acto increíble porque ningún gurú o maestro ha hecho esto, en todo el mundo, jamás. Esto sucedió alrededor de 2018. El abogado estaba confundido, pensando cómo hacerlo, porque nadie lo había hecho antes. Todas las personas dejan sus bienes a sus familias inmediatas, pero Mohanji decidió dejarlos a su familia global en la misma medida que a Devi y Mila (su esposa e hija). Creo que muchos se enterarán de este acto solo después de que Mohanji fallezca, y el mundo lo recordará por ello.

  2. En esta vida, al igual que en aquella, Mohanji ama alimentar a las personas más que cualquier otra cosa, incluso más que ir a templos. En aquella vida, horneaba pan para decenas; en esta vida, alimenta a cientos de miles.

  3. Así como la casa de Mohanji en aquella vida pertenecía más a otros que a él, la casa privada de Mohanji en su vida actual, o incluso sus centros en todo el mundo, nunca parecen pertenecerle a él; pertenecen a quienes se quedan allí, más que a él. Él da todo sin pedir nada a cambio. Siempre que me quedaba en su casa privada, era libre de abrir el refrigerador, de tomar lo que necesitaba, de sentirme como en casa. Nadie me preguntó nada, como, de dónde venía, por qué estaba allí, cuánto tiempo me quedaría. Su compasión no conoce límites. En aquella vida, compartió una casa; en esta vida, comparte su casa, además de 12 centros, en todo el mundo con cientos de personas que se quedan o viven allí. Y el número de centros sigue aumentando mientras hablamos.

  4. Al igual que en aquella vida, en esta vida también, Mohanji cuida de los más vulnerables y abandonados por la sociedad. A través de alimentos, ropa, refugio o incluso ayudando a personas que están emocionalmente quebradas, él cuida de todos. Muchas personas que se conectaron con Mohanji en esta vida llegaron a él emocionalmente rotas, eso no es novedad. Él sanó las heridas emocionales de muchas personas y les dio un santuario interno al hacerlas internamente estables para manejar la vida sin problemas. En aquella vida, dio consuelo y sanación a decenas; en esta vida, a miles.


El recuerdo de esta vida me enseñó cuán profundamente se arrastra el karma. Tantas cosas tienen raíces en el pasado, nada en esta vida es casual.


La gente que se queda en los centros de Mohanji a veces olvida que estos son de Mohanji. La comodidad que obtenemos allí no se puede conseguir en muchos ashrams, con otros maestros. Muchos maestros no toleran muchas cosas que Mohanji tolera, y muchos maestros no son tan pacientes como Mohanji lo es, pero de eso debería hablar en mi próximo blog.


La estación de tren: Cuando Él tuvo que partir


Cuando comencé a servir a Mohanji como su asistente personal en esta vida, empezó a despertarse en mí un miedo profundo: que él pudiera irse, morir o desaparecer de repente. Ese miedo me atormentaba. Me tomó años liberarme de él, como pelar capas de una cebolla.


Para algunos, puede parecer ridículo que una vida pasada pueda influir tanto. Eso mismo pensaba yo, hasta que me ocurrió. Los recuerdos de vidas pasadas pueden ser más impactantes y controladores de lo que imaginas. Pueden moldear nuestra vida por completo. Lo que crees que es tuyo, logrado por ti, desarrollado por ti (incluyendo tus patrones, miedos, fobias, relaciones), todo ello se arrastra desde el pasado. Nada puede considerarse completamente "nuevo" en esta vida.


Un momento particularmente intenso de una vida pasada que influyó en mi vida actual ocurrió durante un retiro global en Bosnia. Tenía una pierna rota y no pude asistir a la mayoría de los eventos del programa. Mientras el grupo fue a visitar las pirámides bosnias con Mohanji, me quedé en el apartamento de Mohanji, rodeada de comodidad y amabilidad, en su espacio personal, pero no podía disfrutarlo. El miedo me consumía.


Oí a Mohanji prepararse para irse, oí sus pasos desde otra habitación, y el miedo me cortó como un cuchillo. Me apresuré con muletas para alcanzarlo, porque una sensación me dijo que se iría para siempre. En ese momento, mientras corría con mis muletas, tuve un flashback, un recuerdo de una vida pasada.


Me vi a mí misma como un hombre de unos 50 años, corriendo tras Mohanji, quien era un anciano, probablemente de unos 80. Estábamos en una estación de tren. Mohanji estaba subiendo al tren. Yo intentaba alcanzarlo, corriendo con una pierna rota y muletas, justo como en esta vida. Lo llamaba por su nombre, tratando de evitar que se fuera, pero él no podía oírme. Entró al tren y se marchó. Nunca más lo volví a ver en esa vida.


De vuelta al presente, llegué al ascensor del hotel justo a tiempo antes de que se fuera. Mohanji y Devi estaban junto al ascensor. Mohanji me miró con una suave sonrisa y me preguntó: "¿Cómo estás?". Yo estaba quebrada por dentro y consumida por el miedo. Le dije que sentía una gran incomodidad en el estómago, un miedo profundo. Aún no le había contado sobre la visión, porque no estaba segura de lo que acababa de pasar; era demasiado en ese momento. Él se volvió hacia Devi y le pidió que me hiciera una sesión de Mai-Tri, enfocada en mi estómago.


Más tarde, le conté la visión completa. Él me explicó que había sido hace mucho tiempo y que, en esa vida, él tuvo que partir. No estaba conectado conmigo, sino que simplemente necesitaba irse. Me aseguró muchas veces que esta vida es completamente diferente, y que no dejaría el cuerpo hasta que yo estuviera realizada y firme. Prometió que siempre tendría un espacio con él, incluso después de su muerte. Durante muchos años, no le creí a pesar de muchas pruebas y a pesar de saber que todo lo que dice es siempre 100% verdad, porque el miedo era más fuerte que mi lógica. Me tomó tiempo volver a centrarme en esta vida, comprender que lo tengo plenamente en esta vida. Él me dio todo y más.


Mientras tuve ese miedo, no tuve a Mohanji ni lo experimenté plenamente. Cuando perdí ese miedo, cada experiencia con él se volvió rica y completa. Yo también me volví completa, en cierto modo.


Otra memoria del pasado llegó brevemente, casi como un destello: vi a Mohanji, de niño, morir en mis brazos. No sé quién era yo ni cuáles eran las circunstancias. Solo recuerdo sostenerlo, ver su rostro suave y puro, y sentir una pena inefable. Esa memoria dejó una huella de tristeza en mi corazón, como si cargara un eco de esa pérdida incluso en esta vida.


Quizás estas dos vidas son la razón por la que solía temer que él se fuera. Como dije, nada de lo que sentimos sucede así sin más. Todo tiene alguna raíz y razón. Mis recuerdos de vidas pasadas me lo demostraron.


A través de estas experiencias, aprendí mucho sobre cómo funciona el karma y cuán fuertemente puede influenciar a las personas. Las personas expresan su karma indefensamente, a cada minuto, les guste o no. Y es visible para todos desde fuera, por mucho que intentemos enmascararlo.


Mohanji como monje


Algunos recuerdos llegaron a mí con dulzura, como un susurro llevado por el viento. Otros irrumpieron como una ola que lo arrasa todo lo que creía saber. No siempre fueron claros ni fáciles de aceptar. Algunos permanecieron en mí en silencio por largo tiempo antes de que me atreviera a hablar.


También tuve una visión de Mohanji como monje. Vi que, en muchas vidas, estuvo completamente solo, lejos de las personas, eligiendo el aislamiento por encima del contacto. Parecía pacífico y profundamente desapegado del mundo. No sé si fui parte de esa historia o simplemente un testigo de ella. Pero me dejó la sensación de que Mohanji ha conocido vidas de soledad, y que en esta vida, su presencia entre la gente es un regalo raro.


Para un introvertido como él, es difícil estar entre personas que solo quieren, exigen, desean y esperan. A menudo hay una completa falta de pureza e inocencia en la gente hoy en día. Es por eso que Mohanji es tan a menudo incomprendido. Su naturaleza es diferente a lo que la sociedad está acostumbrada. En un mundo donde el altruismo es raro, y la mayoría de las interacciones vienen con expectativas, alguien que no quiere nada de ti puede parecer sospechoso. Así que los descartamos, asumiendo que deben ser falsos. Pensamos que todo el mundo quiere algo de nosotros, porque así es el mundo hoy. Cualquiera y cualquier cosa pueden ser falsos si no los entendemos. Hoy, nuestra capacidad de comprensión es muy limitada.


Conexión maternal


También he experimentado una conexión maternal con Mohanji. Nunca se lo dije directamente a Mohanji, ni afirmo que sea cierto, pero curiosamente, él me llamó la "madre universal" varias veces delante de otras personas, así como "la madre de 8 mil millones de personas". Eso fue muy divertido. Escribí sobre esto en mi libro, y lo considero como su manera de sacar la mejor versión de mí, que es el servicio a la humanidad, así como ver a todos como mis propios hijos.


Curiosamente, Mohanji también mencionó una vez a otros sobre mí: "Ella a veces me advierte sobre quién no es bueno para mí". 😂 Lo dijo varias veces con una sonrisa.


Nunca le dije explícitamente a Mohanji de forma verbal que alguien que conociera no me gustaba, o que no debería reunirse con alguien, pero hubo un incidente particular. Un cierto Swami iba a reunirse con Mohanji, pero todo en mí se resistía a este Swami. No sentía ligereza alrededor de esa persona, solo pesadez, arrogancia y una falta de inocencia. Incluso su asistente personal me parecía demasiado arrogante. Había una clara diferencia entre su asistente y los asistentes de Mohanji. Los asistentes de Mohanji mostraban la máxima humildad. No lo expresé directamente, pero esperé con todo mi corazón que la reunión no ocurriera.


De todos modos, el Swami sí se reunió con Mohanji. La reunión estuvo bien, pero aún podía sentir algo extraño en él. No podía entender por qué incluso se le llamaba Swami.


Unos años después, él le faltó el respeto públicamente a Mohanji en una Conferencia por la Paz en Roma. Una de nuestras compañeras del equipo personal de Mohanji, Barbara, fue testigo de esto y se sintió profundamente herida por la arrogancia del Swami hacia Mohanji. Devi también lo presenció. A pesar de la ofensa, Mohanji insistió en que se le ofreciera un aventón al Swami hasta el aeropuerto, ya que no tenía coche propio. Mohanji instruyó a Barbara (quien estaba allí para servir a Mohanji) que llevara al Swami y a alguien del séquito del Swami en el coche personal de Mohanji. Barbara estaba casi enojada de que Mohanji fuera tan amable con alguien que lo había irrespetado. Pero, quien entiende y ama a Mohanji no puede decirle que no, así que Barbara los llevó a pesar de sus sentimientos personales. Mohanji insistió en la bondad. Él dijo que el hecho de que alguien muestre su oscuridad no significa que dejemos de ser amables. Dijo que nunca debemos ceder en la bondad.


Yo no estuve allí en Roma para presenciar esto, pero cuando escuché que este era el mismo Swami que no me gustaba, me sentí sumamente molesta, por decirlo suavemente. Pero de nuevo, como representante de Mohanji, no habría actuado según mis sentimientos, porque esa no es nuestra tradición. Nuestra tradición es la del respeto y la bondad. Sin embargo, por supuesto, nadie debe ser un felpudo si alguien nos asalta, especialmente físicamente. El Swami no hizo nada más que vomitar algunas palabras, lo cual es, de hecho, inofensivo. Dañino para él, sí, pero no para nosotros.


Mi punto es que Mohanji no siente nada por la grosería de la gente. Es su elección. Es casi como si dijera, a través de sus propias acciones: "Perdónalos, porque no saben lo que hacen". De todos modos, son muy irrelevantes.


Mohanji escuchó mis pensamientos sobre este Swami y les dijo a otros que a veces le digo quién no es adecuado para él. De hecho, se lo dije, internamente. 😂 Quizás hubo algunas instancias más 🙈 Pero fue muy divertido cómo lo escuchó y comentó. Mi naturaleza sobreprotectora hacia Mohanji a veces va más allá de los límites.


Mi corazón se siente genuinamente herido cuando el tiempo de Mohanji es desperdiciado en personas irrelevantes. Por otro lado, mi corazón está pleno cuando le dedica tiempo a aquellos que son sinceros, puros, desinteresados, que aman a Mohanji y que lo consideran su prioridad. Alguien que considera a Mohanji como su prioridad también será mi prioridad, porque sé que esas personas son muy puras y solo se preocupan por el bienestar de los demás.


Lecciones aprendidas


Cada uno de estos recuerdos encierra una lección, no solo sobre quién fue él o quién pude haber sido yo, sino sobre lo que aún vive hoy. No son recuerdos que reclame con orgullo o derecho. No me considero especial. Recibí lo que me fue mostrado, y lo comparto solo porque habla de algo mayor: la profundidad de la conexión, la red del karma y la precisión del tiempo kármico.


Puntos finales:


  1. Todo tiene una raíz en el pasado

Sea que veamos la raíz o no, esta existe. Casi todas las personas que rodean a Mohanji tienen algún pasado con él. Es insensato juzgar a cualquiera basándose en algo, porque ni siquiera conocemos nuestro propio pasado, mucho menos el de los demás.


  1. Conocer a Mohanji nunca es un accidente

Si has oído hablar de Mohanji o lo has conocido en esta vida, no es por casualidad. No hay coincidencias en el camino espiritual. Su presencia es el resultado de tu karma o de tu anhelo.


  1. No tenemos control sobre los patrones kármicos

Estamos expresando indefectiblemente nuestros patrones pasados y kármicos, y eso se manifiesta en nuestra vida. Lo aceptemos o no, nos guste o no, todo lo que somos hoy tiene una raíz en el pasado. Todo es producto de algo del pasado. No hay nada que podamos llamar completamente nuevo y fresco en esta vida.


  1. Es probable que tú también hayas compartido vidas pasadas con Mohanji

Se dice que todas las personas que conocen a Mohanji y están cerca de él, el 90 % de ellas han compartido vidas pasadas con él, y eso usualmente necesita algún tipo de resolución en esta vida. Por ejemplo:


1) Algunas personas tuvieron deseos no cumplidos relacionados con Mohanji en vidas pasadas. En esta vida, han sido llevadas hacia él para que esos deseos se agoten y se resuelvan.


2) Algunas personas que una vez traicionaron a Mohanji en vidas pasadas lo han vuelto a encontrar en esta vida para resolver ese karma, de modo que puedan avanzar libres de la carga de la traición, ya que todo acto de traición deja un peso kármico detrás. He escrito anteriormente sobre una de las vidas pasadas de Mohanji, donde una mujer lo traicionó, y cómo, en esta vida, él le permitió amorosamente la oportunidad de volver a él y resolver ese karma. Resolver el karma de la traición es el paso más importante para quienes la han cometido. Si no se resuelve, puede seguir a un alma durante muchas vidas, impidiéndole ser libre. Mohanji permitió que esta persona regresara, y él limpió ese karma por ella, lo cual es un acto de compasión profundo de su parte. Muchos maestros o personas no lo harían. Escribí esa historia como un blog, y puedes leerla aquí: “Una visión de una vida pasada de Mohanji: Gestiona las traiciones de forma madura.”


3) En tercer lugar, hay personas que no necesariamente tienen un pasado con Mohanji, pero han alcanzado el nivel de merecer la presencia de un avatar en sus vidas. O provienen de otros mundos, mundos más elevados, o de otras eras, y necesitan ayuda para regresar a su hogar original. Mohanji no tiene ninguna obligación de atender a estas tres categorías de personas – 1), 2) y 3) – pero lo hace, entregando gran parte de su tiempo y energía.

 
 
 

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